Micorrizas arbusculares: son las más extendidas, colonizan el interior de las células de la raíz formando estructuras de intercambio llamadas arbúsculos y forman el micelio extrarradical para la absorción de nutrientes. Abarcan la mayoría de los cultivos. Ectomicorrizas: forman un manto alrededor de la raíz y son las propias de la mayoría de las especies forestales. Ericoides: corresponden a la familia Ericácea e intercambian los nutrientes en estructuras con forma de ovillo en el interior celular. Orquioides: en las orquídeas forman también estructuras en forma de ovillo en el interior de las raíces. Ectendomicorrizas: de características intermedias entre ectomicorrizas y arbusculares, forman un manto exterior y estructuras interiores de intercambio.

ATENS produce principalmente micorrizas arbusculares (AMF) que son las que establecen simbiosis con la mayoria de las plantas de interés agronomico. ATENS tambien produce hectomicorrizas destinado a cultivos forestales.

Sin cuidar el suelo no hay cultivo. Micorrizando el suelo aseguramos el mejor aprovechamiento de los recursos. La micorriza aumenta la eficiencia en la toma de nutrientes y una mejor absorción por la planta. Esta mejor asimilación y ahorro energético repercute en el desarrollo vegetal y su productividad, aumentando tambien la calidad de los alimentos. Incrementar la calidad del cultivo. Los alimentos producidos con plantas micorrizadas se han demostrado con mayor contenido en antioxidantes y vitaminas, esenciales para una dieta correcta. Estos resultados destacan especialmente el contenido en antocianinas, carotenoides, vitamina B6 y vitamina B7. Potenciar la biodiversidad. La micorriza también es capaz de estimular los exudados de la raíz vegetal a la vez que proporciona con los suyos propios el sustento para una población microbiana diversa que favorece a los organismos benéficos para el cultivo. Situaciones de estrés. El aumento de la diversidad de microorganismos edáficos hace que los recursos del suelo sean mejor aprovechados por las redes tróficas conformadas, dejando menos recursos a otras especies no deseadas. Crecimiento en suelos no aptos por contaminación por metales pesados. La micorriza puede ayudar a que las plantas prosperen en un entorno hostil y contaminante. Por ejemplo, se ha demostrado que pueden aliviar la toxicidad del exceso de arsénico a través de la mejora de la nutrición al mismo tiempo que se evita la bioacumulación del metal pesado.

Sí, para mantener la calidad del suelo donde crecerán los cultivos. En los agrosistemas existen micorrizas autóctonas ineficientes para el cultivo que mediante la micorrización anual son desplazadas por inóculos de alta concentración que permiten una rápida colonización de la raiz.

Atens combina un exhaustivo proceso de selección de cepas con su propia tecnología para reproducir microorganismos. En el caso de la micorriza la producción in vivo usando plantas huéspedes crecidas anualmente en invernaderos automatizados que garantiza la máxima calidad y la estandarización del producto, cuestión especialmente relevante al tratarse de un microorganismo. Las cepas reproducidas en Atens son exclusivas y han sido seleccionadas por ser altamente resistentes e infectivas, con rápida adaptación en cualquier tipo de suelo. Estas cepas garantizan una óptima simbiosis tanto por infectividad, mayor y más rápida colonización que mejora el intercambio de nutrientes, como por eficiencia, respuesta de la planta en crecimiento y desarrollo. A partir de las cepas seleccionadas de alto potencial se reproducen con el sistema que les permita hacerlo de la mejor manera para que una vez aplicadas contribuyan tanto al desarrollo de los cultivos como a la creación de un sistema edáfico rico y sano.

La micorriza producida en Atens es 100% compatible con los otros microorganismos desarrollados por la compañía (Trichoderma y/o bacterias). En el caso de combinación con Trichoderma se ha observado una rápida colonización de la raíz por parte de la micorriza debido al efecto enraizante de Trichoderma. También hemos demostrado que las bacterias de Atens facilitan la colonización por medio de la producción de enzimas pectolíticas. Aclaración: Estas sinergias solamente se garantizan entre productos desarrollados por la compañía.

Atens cuantifica la riqueza micorrícica en el parámetro de mejor rendimiento: las esporas. Las esporas son el propágulo más resistente del hongo. Sus paredes celulares gruesas le otorgan una vida media mucho más alta que la del resto de estructuras del hongo manteniendo la riqueza. Además, se ven menos afectadas por condiciones ambientales como temperaturas extremas. Es la medida más representativa de la calidad del producto. Otros indicadores como las Hifas y/o las raicillas colonizadas son indicadores mucho menos fiables de la calidad del producto al ser mucho menos resistentes con una menor vida media.

Desde el departamento técnico de Atens se dispone de información acerca de la compatibilidad entre nuestras cepas de micorriza y las principales materias activas que incluyen fungicidas, herbicidas e insecticidas. Podemos asesorar a nuestros clientes sobre la conveniencia de la aplicación de micorrizas y la necesidad de un plazo de seguridad entre la aplicación de los diferentes tratamientos requeridos. De esta manera nos aseguramos la plena vitalidad del inóculo sin interferencia con estos compuestos.

La asociación simbiótica entre plantas y micorrizas confiere a los cultivos características especiales que se revelan precisamente cuando las condiciones están lejos de ser las ideales. Por ejemplo, en condiciones de sequía o de limitación de riego estas plantas tienen acceso a más recursos hídricos. A la mayor exploración del suelo se le une el factor de que el menor diámetro de las hifas del hongo favorece la toma de agua de los poros más pequeños de la estructura del suelo. De hecho, los estudios han demostrado que a medida que el suelo se seca y el agua se retiene solo en poros más pequeños donde las hifas fúngicas pueden crecer, pero las raíces no, la función de absorción de agua de las hifas se vuelve más importante para la supervivencia y el desarrollo de las plantas. Además, como consecuencia de la mejor hidratación de las plantas, se incrementa la eficiencia en el uso del agua (EUA) y la turgencia celular, lo que se traduce en una promoción de la capacidad fotosintética y el crecimiento de las plantas. Otro factor a tener en cuenta es que en las plantas micorrizas se observa frecuentemente la acumulación de osmolitos como prolina, azúcares o almidón en condiciones de sequía favoreciéndose el menor potencial hídrico en los tejidos y, en consecuencia, una mejor retención del agua por parte de éstos. Estos. En general estas plantas muestran un mejor ajuste osmótico y por lo tanto un mejor estado hídrico cuando se someten a déficit hídrico que las plantas no micorrizadas. En condiciones de salinidad las micorrizas puede impulsar varios mecanismos en la planta para manejar el estrés salino. Se ha reportado que mejoran la adquisición de nutrientes y mantiene la homeostasis iónica, modificando la arquitectura radical y mediante el rastreo de áreas no salinas hasta que la explotación de las áreas de sal se vuelva indispensable. De igual manera mejoran la absorción de agua y mantienen el equilibrio osmótico en las plantas conservando la homeostasis y usando ácidos orgánicos que puedan reducir la conductividad eléctrica del suelo haciendo más disponibles elementos como el N, P o K. También protege el aparato fotosintético y mejora su eficiencia manteniendo alocados los iones Na+ en las vacuolas lejos de la fotosíntesis. Son también muy interesantes los estudios hechos con plantas micorrizadas en presencia de metales pesados, particularmente el Cu. En ambientes contaminados con cobre como pueden ser las explotaciones mineras tanto activas como abandonadas se ha visto que las plantas micorrizadas tienen más capacidad de supervivencia. Estas investigaciones han revelado que las plantas micorrizadas son capaces de almacenar este metal en estructuras específicas como ciertas esporas. La concentración de Cu llega a unos niveles altamente tóxicos que las inactiva metabólicamente pero que precisamente preservan al resto del hongo y a la planta de su presencia. A estas esporas tan particulares se les ha denominado kamikazes. En definitiva se puede afirmar que es precisamente en las situaciones más extremas en las que crecen as plantas en donde la micorriza explota plenamente su potencial y es ahí donde pueden marcar la diferencia entre una cosecha aceptable o la ausencia de producción.

Las cepas de micorriza de Atens están depositadas en bancos oficiales. Cada una de las cepas es identificada y aislada en los producto y utilizando cebadores específicos para la familia Glomeraceae se identifican a través de la plataforma BLASTN. La secuencia completa del fragmento amplificado forma parte de la documentación necesaria para el registro de nuestros productos de micorriza dentro del Registro de Productos Fertilizantes dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Las micorrizas arbusculares (AMF) establecen simbiosis con la mayoría de las plantas pero son ineficaces con otras. Esta restricción incluye especies de familias como Brassicaceae (col, brócoli o colza) y Amaranthaceae (remolacha, espinaca). En general, se estima que el 80-90% de las plantas son colonizadas por AMF.