El estado de alarma en que vivimos desde hace casi dos semanas debido a la pandemia COVID-19 ha puesto de relevancia algunas de nuestras debilidades. Pero es en estos días en los que nuestra actividad se ha visto interrumpida, cuando podemos reflexionar acerca de nuestra posición de una manera más integral.
El estado de alarma en que vivimos desde hace casi dos semanas debido a la pandemia COVID-19 ha puesto de relevancia algunas de nuestras debilidades.
Pero es en estos días en los que nuestra actividad se ha visto interrumpida, cuando podemos reflexionar acerca de nuestra posición de una manera más integral.
Quizás es hora de aprovechar los vientos de cambio para corregir aquello que estaba mal e intentar hacer las cosas un poco mejor. Ya hemos empezado a hacer balance y esperamos que cuando termine nuestro confinamiento podamos llegar a conclusiones que sean lo suficientemente poderosas como para seguir adelante más fuertes.
Es evidente que un sector como es el sanitario va a salir reforzado. Están haciendo una labor encomiable en situaciones difíciles. Nadie les puede reprochar nada y se merecen todo el reconocimiento que se les puede dar. Nuestro mayor agradecimiento a estos profesionales que en ocasiones están dando su salud para cuidar de la nuestra.
En Atens creemos que es obligado también el reconocimiento a nuestros agricultores y ganaderos. Ellos continúan trabajando conscientes de que son el primer eslabón en la cadena alimentaria. No pueden permitirse parar su actividad, ni rebajarla. Siguen a pleno rendimiento con el consiguiente riesgo sanitario para sus familias. Son uno de los pilares maestros de nuestro orden social. Históricamente la civilización se ha construido a partir de su actividad, y cuando esta ha fallado, los más grandes imperios han caído con estrépito. Hasta hace poco, en nuestro país este sector, quizás por desconocimiento, cada vez se sentía menos arropado. Son los que revindicaban cambios en la remuneración por su trabajo.
Nosotros como industria auxiliar de la agricultura somos sensibles a esta problemática del campo. Compartimos con los agricultores sus preocupaciones. Es verdad que el campo puede ser ingrato. Pero también nos alegramos cuando la campaña colma sus expectativas. En este tiempo de aplausos y caceroladas de balcón en Atens queremos contribuir a su reconocimiento. Y nos parece que no es una cuestión de agradecimiento, es justicia.
Cuando salgamos de esta situación nos gustaría que se apuntalaran las debilidades que estamos detectando. Si lo conseguimos saldremos reforzados. Desde Atens estamos seguros de que juntos superaremos este periodo siendo más sabios, solidarios y justos.