Incrementa la producción (kg/ha) y aumenta la rentabilidad del cultivo
(+Calibre, +Homogeneidad, +Precocidad, +Adelanto en la maduración del fruto, +Vida útil poscosecha).
Mejora la calidad nutracéutica, nutricional y organoléptica de los cultivos:
+ Brix, + Proteínas, + Antioxidantes, + Vitaminas.
Reduce el uso de fertilizantes
mejorando el acceso y la absorción de los nutrientes del suelo.
Ahorra agua e incrementa su productividad
(producción por agua consumida), mejorando su absorción y la tolerancia a situaciones de estrés hídrico.
Respuesta óptima a condiciones de estrés abiótico
(salinidad, sequía, temperaturas extremas o metales pesados).
Promueve una microbiota útil
que aumenta la resistencia a patógenos.
Mejora la fertilidad del suelo.
Aumenta la tolerancia a situaciones de estrés radicular.